Poemas frente al virus. Alexis Valdés / Cuando la tormenta pase. Con comentario de Rosario Paniagua.

PENSANDO EN ALTO ANTE LA PANDEMIA

Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo, dice el Señor

Rosario Paniagua Fernández

Quería en esta ocasión compartir algo de lo que que me han acompañado en estos meses de confinamiento; que no aislamiento de la vida y de todo lo vivo. Meses duros para todos, en el plano global, local y personal, La noche es tiempo de salvación, se reza en el salmo; la noche es tiempo propicio para que las raíces se hundan en la oscuridad, en el hondón; y el árbol que asome más tarde sea más fuerte, más hermoso apuntando a lo alto.

La pandemia, nos lleva también una desescalada interior para hacernos mejores con lo aprendido. Hemos perdido mucho, y a muchos, nos pesa dentro las personas que se han enfrentado a más precariedad si cabe, a más soledad si cabe. Pero de la misma forma hemos sumado mucho a base de restar; en esta dinámica de cruz y resurrección que es la vida cristiana, porque perdiendo se gana y hemos adquirido, ojalá, nuevos modos de proceder.

Tal vez austeridad, paciencia, cercanía de la vulnerabilidad , cercanía en la distancia, solidaridad, olvido de si, vivir con menos…Conviene que nos recordemos esta nueva pedagogía de crecimiento, esta herida luminosa, y no salir de la experiencia como si nada hubiera pasado, porque ha pasado y mucho. A decir de los que saben, el que entra en la prueba es uno, y el que sale es otro: más generosos, más humano, más cercano. Si ha sabido integrar” lo nuevo” , “lo otro” con dolor, mucho dolor, pero le ha hecho hueco en su vida, sin pelearse con lo que llega.

Las crisis hacen cimbrear los cimientos, desinstalan de lo conocido, llevan a situaciones nuevas que no entendemos, no dominamos; pero si se tiene un anclaje fuerte, una roca a la que asirse, se viven con serenidad, con confianza, que no con menos dolor, pero este es distinto. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque Tú vas conmigo. Nada te turbe…todo se pasa, Dios. no se muda…

Aprendemos al ver a muchos, que han dado lo mejor de ellos mismo, incluso el don más preciado la vida, por sostener la vida de los frágiles, comprometiéndose con ellos hasta la extenuación. Es cuando la profesión se hace vocación de servicio e interpela : sanitarios, sacerdotes y tantos otros que nos han dejado conmovidos por tanto bien desplegado. Los gestos de entrega y generosidad también se multiplican, como la piedra en el estanque; las grandes voluntades se ponen de manifiesto en las grandes dificultades. Es un termómetro de la estatura humana de las personas.

También, por decirlo todo, ha habido y hay gestos de egoísmo, insolidaridad, falta de cuidado propio y de los demás, desobediencia a las normas sanitarias y sociales. De otro lado critica destructiva, partidismos, descalificaciones, enfrentamientos, que a nada conducen. El cristiano tiene criterio, es un ser lucido y crítico, faltaría más, pero no nos esta permitido poner el acento en lo que desune, y hacer bandera de la crispación, y aun menos en tiempos en los que nuestras energías han de emplearse en cosas mas nobles y beneficiosas para la sociedad.

El creyente no es un ser anestesiado y lejano de la realidad; al contrario, vive encarnado maduramente en la vida e implicado con los desamados, haciendo realidad la mística de la proximidad. Eso es lo que se espera del discípulo de Jesús de Nazaret. Y termino con los versos de Alexis Valdés, que corroboran bellamente lo dicho. 

Cuando la tormenta pase
y se amansen los caminos,
y seamos sobrevivientes
de un naufragio colectivo.
Con el corazón lloroso
y el destino bendecido
nos sentiremos dichosos
tan sólo por estar vivos.

Y le daremos un abrazo
al primer desconocido
y alabaremos la suerte
de conservar un amigo.

Y entonces recordaremos
todo aquello que perdimos
de una vez aprenderemos
todo lo que no aprendimos.

Y no tendremos envidia
pues todos habrán sufrido.
Y no tendremos desidia
Seremos más compasivos.
Valdrá más lo que es de todos,
que lo jamás conseguido.
Seremos más generosos,
y mucho más comprometidos.

Entenderemos lo frágil
que significa estar vivos.
Sudaremos empatía
por quien está y quien se ha ido.

Extrañaremos al viejo
que pedía un peso en el mercado,
que no supimos su nombre
y siempre estuvo a tu lado.

Y quizás el viejo pobre
era tu Dios disfrazado.
Nunca preguntaste el nombre
porque estabas apurado.

Y todo será un milagro
y todo será un legado.
Y se respetará la vida,
la vida que hemos ganado.
Cuando la tormenta pase
te pido Dios, apenado,
que nos devuelvas mejores,
como nos habías soñado.

        Alexis Valdés, marzo 2020

Voy a expresarme con Alex Valdés sobre el hombre nuevo, la mujer nueva tras la tormenta, en donde se han de poner las cosas en su sitio, que tal vez estaban desubicadas. La prueba nos dirige la mirada en Dios, a nosotros y a los demás …Y en el horizonte imperturbable siempre: la ESPERANZA

Cuando la tormenta pase/ y se amansen los caminos/ seremos sobrevivientes de un naufragio colectivo./ Con el corazón lloroso y el destino bendecido/ / nos sentiremos dichosos/ tan solo por estar vivos/ Le daremos un abrazo/ al primer desconocido/ y alabaremos la suerte/ de conservar a un amigo/. Y entonces recordaremos todo aquello que/ perdimos/ De una vez aprenderemos/ todo lo que no aprendimos./ Ya no tendremos envidias/ pues todos/ habrán sufrido./ Ya no tendremos desidia/ seremos más compasivos./ Valdrá más lo que es de todos/ que lo jamás conseguido/ seremos más generosos/ mucho más comprometidos/ Entenderemos lo frágil/ que significa estar vivos/ sudaremos la empatía/ por quien esta, y que se ha ido/ Extrañaremos al viejo/ que pedía en el mercado/ que no supimos su nombre/ y siempre estuvo a mi lado/ y quizás el viejo pobre/ era tu Dios disfrazado,/ nunca preguntaste el nombre/ porque andabas apurado./ Y todo será un milagro/ y todo será un legado/ se respetara la vida/ la vida que nos han dado/ Cuando la tormenta pase/ te pido Dios, apenado/ que nos devuelvas mejores/ Como nos habías soñado//

Rosario Paniagua

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Poemas frente al virus es una iniciativa del Proyecto Dios en la Literatura Contemporánea