Gerardo Diego fue el poeta más creyente de esta generación. Pedro Salinas y Jorge Guillén muestran un Dios inmanente. Ernestina de Champourcin escribió poemas de intensa carga religiosa. Pero todos recibieron una formación católica y se nota.
El dolor que sufrieron muchos poetas europeos durante las dos guerras mundiales fue experimentado por los poetas españoles en la Guerra Civil y en el exilio. El sufrimiento y el desgarro vitales suelen hacer aflorar las preguntas y las respuestas sobre Dios, cuando no la oración, la interpelación directa a Dios.
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